
Expedición HF43, Patagonia Central/Katalalixar, Agosto de 2019.
El mes de agosto del 2019 se llevó a cabo la expedición número 43 del centro de investigación Huinay, a bordo del motovelero Saoirse en la Patagonia Central. Biólogos Marinos y buzos con la ayuda de un ROV pudieron filmar y explorar las profundidades de los fiordos y canales aledaños al Canal Messier, con el objetivo de obtener nuevos registros, conocer el estado actual y ver diferencias en la diversidad bentónica en profundidades sobre los 100 mt.
Gracias al premio otorgado el año 2016 por la empresa Rolex a la directora científica de la estación la Dra Vreni Häussermann por su aporte a la investigación en los ecosistemas marinos de la Patagonia pudimos realizar esta expedicion. Con un ROV salimos a explorar la fauna bentónica que habita en las profundidades mayores a las que usualmente los buzos pueden alcanzar. Esto fue una oportunidad inédita para poder explorar y registrar nuevas especies en los fiordos y canales de la Patagonia Chilena.

Fig 1. Amanecer en Puerto Edén a bordo del velero Saoirse. Fotografía: Juan Pablo Espinoza.

Fig. 2. El naufragio del capitán Leonidas en medio del canal Messier. Fotografía: Juan Pablo Espinoza.
La expedición partió el 14 de agosto desde Puerto Edén, luego de realizar todas las pruebas previas con el ROV y con los buzos. El objetivo fue recorrer toda el área del canal Messier, fiordos y canales adyacentes tanto de la zona Oeste como la del lado Este cercana al campo de hielo sur. A medida que avanzamos por el canal Messier, comenzamos a introducirnos por los canales interiores, el primero que pudimos explorar fue el canal Adalberto, en el cual realizamos las primeras exploraciones con el ROV. Estas fueron promisorias para lo que se venía, de inmediato pudimos notar una gran diversidad asociada a profundidades mayores de 60 metros. El Biólogo Marino y coordinador científico de Huinay a bordo, Günter Försterra, piloto del ROV nos cuenta -El rápido despliegue y la fácil maniobrabilidad del ROV nos permitió hacer exploraciones en menos de 40 minutos a más de 100 m y además entregar detalles a los buzos para ver zonas ricas en diversidad donde pudieran descender y filmar. Los primeros registros pudimos ver grandes abundancias de Anemonas plumero (Metridium senile), corales de fuego (Errina antartica) en algunas rocas, corales duros (Desmophylum dianthus), mucha diversidad de esponjas, briozoos y gorgonias doradas, en especial algunas especies muy características de esta región llamadas comúnmente plumas de mar (Thouarella sp y Thouarella koellikeri), como también la gorgonia dorada (Acanthogorgia Sp1) en profundidades hasta los 60 metros.
A medida que fuimos adentrándonos en lugares más expuestos la diversidad iba variando en abundancias como también presencia ausencia de organismos. Cada día las exploraciones fueron una sorpresa, en cada rincón los organismos nos sorprendieron con sus formas de adaptarse a estos ecosistemas, algunas veces lugares impensados escondían una riqueza enorme, como también en algunos lugares no encontramos más que algunas especies o incluso solo sedimento y roca. Los primeros días avanzamos hacia los canales más expuestos, pasando por canales muy angostos y poco profundos, nos dirigimos hacia uno de los puntos menos explorados de esta región que corresponde a la parte más expuesta al Océano Pacífico. Aprovechando las condiciones de buen tiempo pudimos explorar un área increíblemente diversa llamada canal Castillo, con más influencia de corrientes, oleaje y salinidades más características del océano abierto, la diversidad nos asombró desde el primer minuto que el ROV comenzó registrar, pudimos observar una inusual abundancia de un crustáceo llamado Munida un pequeño cangrejo que cubría toda la roca desde los 15 hasta los 50 metros, eran miles unos sobre otros cubriendo todos los espacios. En este mismo lugar encontramos una gran cantidad del hydrozoa Errina antartica o coral de fuego, conformando hábitats para distintos caracoles, estrellas canastas, briozoos y cangrejos.

Fig 3. Coral de fuego Errina Antartica y sobre este una estrella canasta Gorgonocephalus chilensis encontrada en la Angostura Inglesa cerca de Puerto Edén a los 27 metros de profundidad. Fotografías: Juan Pablo Espinoza.

Fig. 4. Gorgonia Muriceides sp2 encontrada en el Seno Waldemar a 28m de profundidad. Fotografías: Juan Pablo Espinoza.
Los días siguientes nos adentramos por los canales con dirección norte, Seno Waldemar fue uno de los puntos más sorprendentes con una diversidad muy particular de gorgonias doradas Acanthogorgias sp1 y Muriceides sp, además de algunas esponjas trompeta y cangrejos a 30 metros de profundidad. Así como en el canal Barbarrosa donde la diversidad nos impresionó al bajar a 25 m, en un paredón en cual la corriente nos arrastraba y nos daba a entender la importancia de ésta, para las comunidades que habitan ese hábitat. Atravesando el canal Messier ya cerca de la influencia de los glaciares, pudimos notar que el panorama cambiaba, el sedimento era mucho mayor, la influencia del agua dulce y el deshielo se hacían notar siendo un importante factor a considerar. La diversidad y riqueza cambiaban en ciertos sectores y las comunidades bentónicas comenzaron a mostrarse en profundidades mayores. En las exploraciones en el glaciar tempano nos sorprendió la gran abundancia de un cangrejo a profundidades mayores a los 80 m, esta especie que aún no podemos identificar, sin duda es un hallazgo importante en el lugar, este cangrejo será enviado a un especialista para que pueda ser identificado y en el caso de que sea una nueva especie podría será descrito. Los siguientes días tomamos rumbo a Puerto Edén en el camino pudimos seguir realizando exploraciones en el Estero Seymour, donde el ROV solo encontró algunas gorgonias en las profundidades mayores a 50 metros. Durante el mismo día llegamos a la Angostura Inglesa, los buceos allí también mostraron una gran riqueza donde encontramos muchas anemonas de profundidad Actinostola chilensis, como también nudibranquios realmente grandes que alcanzaban un tamaño de 20 cm de la especie Tritonia odhneri. Los últimos buceos fueron realizados en la Isla Carlos donde previamente se había observado un tipo de esponja muy particular, la cual no había sido identificada, por lo que pudimos recolectar un trozo de esta para poder enviarla y así identificarla posteriormente con un especialista.
ROV
Gracias a la empresa DeepTrekker pudimos conocer y manejar un ROV con grandes garantías, al ser un ROV pequeño su despliegue fue rápido así pudimos explorar paredes verticales con extrema facilidad, que además resultó ser de gran ayuda para la identificación de sitios para los buzos. Exitosamente se logró una profundidad máxima de 170 metros y se realizaron un total de 32 inmersiones a lo largo de la expedición, pudiendo registrar y descubrir comunidades de organismos muy interesantes en esas profundidades.

Fig 5 . Günter Försterra sosteniendo el ROV de la empresa DeepTrekker en las cercanías del canal Adalberto. Fotografía: Juan Pablo Espinoza.
La riqueza y diversidad de organismos en lugares donde usualmente no podemos acceder como buzos fue una ventana de posibilidades para descubrir y realizarnos muchas preguntas. Paredes colmadas de vida, donde no existe ningún espacio en la roca donde sin organismos creciendo, Ademas de los corales formadores de hábitats donde abundan los corales duros o scleractinios existen una gran riqueza de briozoos y esponjas de grandes tamaños, peces como los Chancharros (Sebastes oculatus) que viven y se desarrollan allí, bivalvos de profundidad como la llamada almeja de coral (Acesta patagónica), Poliquetos de grandes tamaños, anemonas y nudibranquios que viven perfectamente en estas condiciones de oscuridad a estas profundidades.

Fig 5 .El equipo de Huinay, desplegando el ROV en las cercanías del glaciar Tempano. Fotografía: Vreni Häussermann.
Cerca del glaciar tempano pudimos identificar una gran abundancia de un cangrejo rojizo que aún no pudimos identificar, por lo que es un hallazgo importante en el lugar. Cada buceo del ROV nos proporcionó valiosa información acerca de lo importante que es conocer este lugar y sus características, ya que en las profundidades habita una gran cantidad de organismos que sin duda son claves para el mantenimiento de este ecosistema.
Bosque de animales en las aguas de la Patagonia
Durante los estudios previos de biodiversidad en la zona, realizados entre 1998 y 2016 por el equipo de Fundación Huinay, guiados por Gunter Försterra y Vreni Häussermann, han dado cuenta de ensambles bentónicos a lo largo de la costa patagónica chilena, las cuales están estructuradas por especies formadoras de hábitat, creando los llamados bosques de animales. Las respectivas especies ingenieros de los ecosistemas (sensu Jones et al. 1994) modulan lo abiótico y biótico, ayudan a mantener un hábitat diferenciado y auto-organizado, con una diversa fauna asociada. Todas las especies formadoras de hábitat registradas de Chile forman los bosques de animales patagónicos, estos son heterótrofos y por lo tanto mejoran el acoplamiento bento-pelágico a través de los flujos de carbono y nutrientes entre las especies pelágicas. Al colonizar paredes rocosas desnudas, estos animales forman ecosistemas complejos que mantienen una alta biodiversidad. Aunque las respectivas especies formadoras de hábitats tienen distribuciones latitudinales, longitudinales y a veces batimétricas más amplias; los bosques de animales registrados hasta ahora sólo fueron descubiertos en algunas áreas de la Patagonia. Latitudinalmente existen tres grandes zonas que diferencian la Patagonia Chilena. La Patagonia norte que se extiende desde Puerto Montt hasta la península de Taitao, luego tenemos la Patagonia Central donde hemos concentrado nuestros esfuerzos en esta expedición que se encuentra desde la península de Taitao hasta la parte nortoeste del Estrecho de Magallanes y por último la Patagonia Sur que comprende desde el norte del estrecho de Magallanes hasta el Canal Beagle.
Conclusiones
La expedición finalizó exitosamente el día 26 de agosto, donde pudimos conocer lugares nunca antes explorados a profundidades mayores de las que pueden alcanzar con frecuencia los buzos, esto fue una ventana hacia nuevos descubrimientos y nuevas preguntas a las cuales poner atención. Los hábitats que se forman en fiordos y canales muchas veces son muy particulares, la exposición al oleaje, las corrientes, nutrientes, la sedimentación, el substrato y temperatura hacen de cada lugar un hábitat con condiciones muy especiales, esto sumado a condiciones de pH muy bajas son algunos de los factores que estarían influyendo en los ensambles de las comunidades bentónicas. Los gradientes latitudinales y longitudinales así como también verticales, son de gran interés para nosotros, ya que para los organismos bentónicos, estas zonas significan presiones ambientales a las cuales están expuestas, zonas de interacción y cambios adaptativos. Los distintos puntos que exploramos nos dieron a entender que existen puntos particulares, condiciones especiales en la cual organismos formadores de hábitats pueden establecerse y promover el asentamiento de otros organismos, éstas condiciones y factores que están determinando que un organismo se asiente y permita que otros se desarrollen es lo que nos interesa dilucidar. La motivación de entender estos hábitats, únicos en el mundo donde ocurren procesos de auto-regulación, que son clave para la transferencia de materia y energía tanto en la columna de agua como en el bentos nos permitirán resguardar mejor su conservación. En estos momentos las condiciones de cambio climático están haciendo que estas relaciones y flujos estén cambiando de forma acelerada, dando un tiempo extremadamente poco a las especies para su adaptación.
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